¿Por qué Sufren los Niños? Papa Francisco a Los Jóvenes en Filipinas
El Santo Papa dejó su texto preparado para contestar la pregunta que le había puesto una niña rescatada de la calle. Con lágrimas, gemiendo, Glyzelle Palomar contó en pocas palabras las miserias que había padecido y preguntó, “Hay muchos niños abandonados por sus propios padres, muchas víctimas de muchas cosas terribles como las drogas o la prostitución. ¿Por qué Dios permite estas cosas, aunque no es culpa de los niños? ¿Y por qué tan poca gente nos viene a ayudar?” En este video podemos ver el escenario y la compasión del abrazo del Santo Padre.
¿Qué respuesta es possible al perenne problema de la maldad? El Papa Francisco no trataba de evadir la cuestión con palabras blandas y dulces. Enfrentó la cuestión enseñándoles a unos 30 mil de los fieles y desafíandoles. Primero notó la escasez de mujeres en las presentaciones y la importancia del punto de vista feminino. Dijo el Pontífice que la mujer se puede hacer preguntas que los hombres “no terminamos de entender.”
Podemos entender algo añadió El Santo Papa “cuando el corazón alcanza a hacerse la pregunta y a llorar.” Solamente por lágrimas llegamos a la verdadera compasión que se puede transformar al mundo. El Papa Francisco describió una compasión mundana por lo cual solamente sacamos una moneda del bolsillo. Añadió que si hubiera Cristo demonstraba esa compasión, hubiera pasado unos momentos con algunas personas, y se hubiera vuelto al Padre. Jesucristo entendió nuestros dramas, dijo El Papa, cuando fue capaz de llorar y lloró.
Declaró, “Al mundo de hoy le falta llorar, lloran los marginados, lloran los que son dejados de lado, lloran los despreciados, pero aquellos que llevamos una vida más o menos sin necesidades no sabemos llorar. Solo ciertas realidades de la vida se ven con los ojos limpiados por las lágrimas.”
El Papa desafió a los fieles “No olvidemos este testimonio. La gran pregunta ‘por qué sufren los niños’ la hizo llorando. Y la gran respuesta que podemos hacer todos nosotros es aprender a llorar.”
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